Morgan Freeman ya puede estar medianamente tranquilo. Se ha descubierto y comprobado que las denuncias que se hicieran en mayo de este año sobre supuesto acoso sexual realizado por el famoso actor, solo han sido difamaciones y un dañino engaño.
La reputación de Freeman costará recuperarla, porque bien se sabe que una fake-news golpea más duro que la propagación luego de la verdadera realidad.
La «noticia» que vinculaba a Morgan Freeman denunciaba que hasta 16 personas lo incriminarían en tan despreciable práctica, pero ahora se supo que la periodista Chloe Melas de CNN solo buscaba fama y ganar reputación en el medio.
El actor se declaró siempre inocente y exigió de CNN una rectificación pública de la noticia, respuesta que aún no se produce.
Se demostró además que las supuestas 16 acusaciones provenían de 14 anónimas y 2 que terminaron admitiendo que jamás tuvieron problemas con Freeman.
Triste caso de falta de ética en el periodismo y CNN que aún no pide tan siquiera disculpas por el daño moral, profesional y comercial cometido contra el conocido actor.