España no pudo con Rusia en un partido planteado de forma ultradefensiva por los locales y con un conjunto español que, aunque llevó la iniciativa y controló la pelota todo el partido, fue incapaz de llegar al gol que definiera las opciones.
España se marcha tras un controvertido mundial para ellos, perdiendo a su técnico dos días antes del arranque y sin mostrarse ofensivamente como se esperaba. Adicional sus defensa fue cuestionada en cada partido y cierran con un fracaso ante el anfitrión.