No es casualidad que Zidane busque, como entrenador, que los laterales se incorporen al ataque para darle libertad de movimiento a los mediocampistas por el centro, y así liberar a los delanteros que buscarán complementarse entre ellos para finalizar la jugada.
Esto lo hacía en su etapa como jugador. Roberto Carlos y Michel Salgado liberaban a la pareja del medio, formada por jugadores de la talla de Figo, Solari, McManaman, Guti y compañía, dejándolo a él moverse libremente para generar juego, con la certeza de que Makélélé iba a estar realizando una cobertura en caso de que el Madrid perdiera el balón.
Zidane ha implementado durante esta edición de la UEFA Champions League dos sistemas tácticos. El 4–4–2, con dos extremos que tienden a cerrarse hacia el centro para dar espacio a los laterales cuando se incorporan al ataque, otorgando flexibilidad en defensa pasando a ser un 4–3–1–2 con el delantero que acompañe a Cristiano Ronaldo bajando a pivotear para ser una clara opción de pase en la contra.
También el 4–3–3, el sistema que más ha repetido Zidane en esta Champions, ya sea con falso 9 o con un delantero de área nominal.
Este esquema táctico es el que mejor se amolda a lo que quiere Zidane, permitiendo que uno de los mediocampistas (regularmente Casemiro) se meta entre los centrales mientras que los otros dos se complementan con el lateral de su zona del campo y los delanteros.
Esta formación, que cuando atacan pasa a ser 2–1–4–3 ahoga al rival que debe salir rápido y casi sin espacios, tomando en cuenta que los mediocampistas ocupan las bandas para cubrir las espaldas de los laterales, y el mediocampista defensivo se encuentra apoyando a los centrales, formando una línea de 5 defensores que junto con los de adelante, enjaula al rival y permite salir rápido al contragolpe cuando recuperan la posesión.
Para ganar, la clave está en los laterales. Si el Real Madrid logra adelantar sus líneas e incorporar al ataque a Marcelo y Carvajal, el Liverpool solo dependerá de pases largos para generar peligro, y el conjunto merengue, por la posición de sus jugadores, tendrá el campo inclinado a su favor.