El fútbol profesional venezolano se enfrenta en pocas semanas, en teoría a finales de enero, al comienzo de una temporada más. Una temporada más con sus cosas típicas y otras con sus insólitas costumbres.
Durante todo el mes de diciembre se viene manejando como un secreto a voces que la primera división será conformada por 20 equipos, dos más que los 18 que la conforman.
A pesar que muchos de estos 18 equipos, que de clubes tienen poco en la práctica, tienen problemas de financiamiento, logística y gerencia para mantenerse, la dirigencia decidiría expandir como si estuviéramos ante un fútbol boyante que además atesorara una calidad de espectáculo que presiona a su crecimiento.
Se avecina un torneo con más equipos que estadios aptos, con plantillas difícilmente de ser pagadas salvo contadas excepciones, en medio de una crisis inédita en el país, mientras en paralelo equipos anuncian contrataciones sin sentido luego de rumores que quedaron en anécdotas, tal vez.
Culmina la primera semana de enero y el torneo no tiene fecha de inicio, no tiene calendario, no tiene pronunciamiento oficial sobre los 20 equipos a pesar que estos se estarían preparando con ese objetivo claro, mientras se supone que debería arrancar la última semana de enero.
Cabe preguntarse ¿por qué la Asociación de Clubes, Liga FutVE no se ha manifestado de forma oficial?
